30.11.2011
¿FUE ESTE ACASO UN MILAGRO EUCARÍSTICO?
Escrito por: Padre Javier San Martin sj
Los milagros eucarísticos no son raros en la Iglesia. Una larga historia de hechos inexplicables han ocurrido en diversas partes del mundo católico en los cuales el Señor ha querido hacer patente a los fieles y especialmente a los sacerdotes, a veces no muy creyentes, de que Él esta en la Eucaristía con su cuerpo y sangre.
El hecho que ahora voy a narrar escapa a una explicación natural y nos plantea la posibilidad de que sea un milagro y puede ayudarnos a revitalizar nuestra fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.
El domingo 16 de Octubre 2011 celebré la SANTA MISA en la Iglesia de San Patricio, localidad de Robertsdale, perteneciente al condado de Baldwin, Estado de Alabama, USA. Como de costumbre esta Misa se celebra en español a las 5 de la tarde.
Es importante recordar que en el ritual de la Misa, hay un momento antes de la comunión en el que se parte una partícula de la hostia consagrada y se echa en el cáliz en donde ya esta la sangre del Señor. Concluido el reparto de la comunión a los fieles se purifica tanto la patena como el cáliz.
Suele a veces ocurrir que esta partícula de hostia remojada en la sangre se queda adherida a las paredes del cáliz.. Y esto es lo que sucedió en aquella oportunidad. Yo, como de costumbre, purifiqué el cáliz con un poco de agua pero, sin darme cuenta, la partícula de la hostia cayó al suelo. Aunque yo no lo advertí, sí lo advirtieron las dos muchachas que estaban sirviendo de acólitos, Sadie Bonilla (16) y Mairanny Torres (15). Ellas pensaron avisarme después de la Misa, pero por motivo que yo estaba atendiendo a la gente no lo hicieron.
• “Mira, mamá, hoy en la Misa, una partícula de hostia cayó al suelo cuando el Padre San Martín limpiaba el cáliz”.
Fue entonces que ambas decidieron regresar a la Iglesia, Nora especialmente con el deseo de poder comulgar ya que ese domingo no pudo asistir a Misa. Era como las 11.00 de la noche cuando llegaron a la Iglesia, abrieron la puerta con las llaves que tiene Nora, y encendieron las luces, …había un gran silencio, y Sadie dejó escapar un grito:
• “¡Ayyyy,… mamá, qué miedo!”.
y fue en ese mismo momento cuando se sintió un fuerte golpe como si se hubiera cerrado violentamente alguna puerta, sin que esto pudiera ser, ya que como Nora indica, la alarma de la Iglesia estaba puesta y hubiera sonado. ¿qué cosa fue ello entonces?.
Ambas, sin embargo, se acercaron al sitio en donde había caído la partícula de la hostia al pie del altar, pero vieron con sorpresa que en lugar de la partícula había algo distinto, lo tomaron en sus manos y se dieron cuenta que se trataba de un pedazo de carne como de media o una pulgada.
• “Parecía un corazoncito”, dice, Nora, “algo así como un pedazo de carne cruda” añade Sadie.
Regresaron entonces a su casa con este hallazgo, y Nora para comprobar tomó un pedazo de carne de igual dimensión y se lo mostró a un sobrino que estaba en casa,
• ¿Qué es esto? le preguntó, -”Carne”, él respondió. ¿Y esto otro? - mostrándole lo que habían encontrado en la Iglesia, pero sin decírselo- y él respondió, “Carne también”.
Tomaron entonces algunas fotografías con el celular de Nora, que lamentablemente no era muy nítido,
y como ella tenía el deseo de comulgar, y estando segura que se trataba de algo sagrado, decidió comerse ese pedazo de carne.
• “Mejor no lo hubiera hecho, comenta Nora después, para que hubiéramos tenido ahora la prueba”.
Pero Nora quiso cerciorarse una vez más, y al día siguiente, tomó un pedazo de hostia sin consagrar y lo remojó en un poco de vino, para ver si tomaba la misma contextura que el pedazo de carne que encontraron el día anterior, pero no fue así. Eso parecía simplemente hostia remojada en vino.
¿Fue, entonces, aquello que encontraron la carne y sangre del Señor Jesús?, ¿Fue esto un milagro eucarístico?
Sadie y Nora no tienen ninguna duda de que sí fue un milagro. Así lo creen. Otros en cambio con los que he conversado no lo creen y no ven la necesidad de hacerle ningún caso, “no hay pruebas”, dicen. Yo personalmente creo que ha sido un regalo de Dios, tal vez con una doble finalidad,
• Primero, para confirmar nuestra fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, y aunque no tengamos la evidencia del pedazo de carne, la experiencia vivida por Nora y Sadie aquella noche debe ser una ayuda a favor nuestro para que cuando nos acerquemos a comulgar estemos convencidos de que recibimos verdaderamente el cuerpo y la sangre del Señor Jesús.
• Y en segundo lugar, para confirmar la presencia de Jesús en medio de nuestras necesidades. En este sentido es importante notar que esto sucedió en una Misa de inmigrantes y celebrada por un sacerdote inmigrante, en un momento en que la situación para los inmigrantes de esta zona se ha tornado muy incómoda debido a la reciente ley anti-inmigratoria HB-56 del estado de Alabama, la más dura de todos Estados Unidos. Este hecho podría, pues, interpretarse como una confirmación de que el Señor esta cerca de los inmigrantes en estos momentos difíciles, cerca del que busca refugio, como tan claramente lo ha manifestado el Sr. Arzobispo de Mobile, S.E. Mons. Tomas Rodi.
Pero sea una u otra cosa, yo creo que ahí esta latiendo la misteriosa bondad de un Dios que nos ama.
Con un abrazo muy cordial
P. Javier San Martín sj, Sra. Nora Bonilla y Srta. Sadie Bonilla
NO DUDEIS, DIOS SE HIZO HOMBRE PARA NOSOTROS Y NOS DEJO LA EUCARSTIA, REVALOREMOSLO DIA A DIA.
Escrito el : 30.11.2011
¿FUE ESTE ACASO UN MILAGRO EUCARÍSTICO?
Escrito por: jsanmartin en MIS VIVENCIAS
http://faculty.shc.edu/jsanmartin/2011/11/30/%c2%bffue-este-acaso-un-milagro-eucaristico/