EL NACIMIENTO MÁS FAMOSO DEL PLANETA
El belén del Vaticano cumple 30 años
25 DIC 2011
Con la llegada de la Navidad, Roma comienza a llenarse de luces. En la Ciudad Eterna la Navidad es distinta. Las miradas del mundo se vuelven hacia el Vaticano, que presume de tener el Nacimiento más famoso del planeta.
• En 1981, Juan Pablo II quiso que cada Navidad la plaza de San Pedro se convirtiese en un pequeño Belén y el centro del Cristianismo y de Roma, en un pequeño rincón de Palestina.
La plaza de San Pedro se prepara para la Navidad y el Estado Ciudad del Vaticano, como cualquier otra ciudad, también. En su plaza principal los trabajos comienzan desde mediados de noviembre. Andamios, maderas y alambres se entrelazan alrededor del obelisco. Una tela cubre todo el perímetro. Todo se cuida al milímetro y se desenvuelve bajo la mayor discreción para sorprender a grandes y mayores. Una proyección arquitectónica en la que los servicios técnicos del Vaticano llevan trabajando desde enero y cuya presentación oficial se realiza el 24 de diciembre. El Papa lo visita el último día del año.
• Los creadores
Pier Carlo Cuscianna, Giuseppe Facchini y Barbara Bellano son los principales responsables de este proyecto. Se trata del director, vicedirector y ayudante, respectivamente, del Departamento de Estudios y Proyectos del Governatorato del Vaticano. Es decir, los arquitectos encargados de proyectar cualquier cambio que se realiza en este Estado.
Barbara Bellano es una de las pocas mujeres que trabajan allí, una rara avis en el estudio de arquitectos, pero una pieza fundamental en él porque a lo largo de los más de 10 años que lleva trabajando en este departamento del Vaticano, casi reservado a los hombres, ella ha demostrado su valía y competencia profesional.
El proyecto comienza a principios de año y se siguen los mismos tiempos de entrega desde hace años. En agosto se decide cómo será y se presenta el boceto a los cardenales para que lo aprueben, en septiembre se construye una maqueta que servirá de guía y en noviembre comienzan los preparativos en la plaza.
Bellano explica que la proyección del Belén es todo un reto. Cada año el mundo espera algo nuevo, pero siempre bajo los parámetros clásicos. Para conseguirlo eligen una temática que aporte una nota de color. En 2010 Filipinas regaló unas figuras típicas del país, representaban una escena familiar. Este año los protagonistas del Nacimiento serán los mismos que han acaparado la atención mundial en el Vaticano durante estos últimos meses: Juan Pablo II con su beatificación y la devoción que este tenía a la Virgen María.
La arquitecta Bellano es discreta cuando se le pregunta por los detalles del Belén. Trabaja con discreción, pero ha desvelado algunos puntos. La representación de la Navidad de 2011 estará dividida en tres partes. La central será el nacimiento clásico y sobre ella estará el escudo de Juan Pablo II; los laterales se decorarán con escenas del Evangelio en las que María es la protagonista. Se trata de la visita de la Virgen a su prima Santa Isabel y la presentación de Jesús en el tiempo. Hace varios años México regaló unos ángeles al Vaticano y se utilizan de nuevo todas las Navidades. En esta ocasión son una parte especialmente importante.
Hasta ahora, el Belén del Vaticano tenía unos 300 metros cuadrados de extensión. Este año, por la crisis, el Vaticano ha disminuido sus dimensiones para reducir gastos y tendrá sólo 200 metros. Está compuesto por unas 15 figuras de tamaño natural y, aunque siempre son las mismas, cada año hay nuevos ángeles o pastores. Este año, están trabajando en una espada. Las figuras de la Sagrada Familia son un regalo que San Vincenzo Pallotti hizo al Vaticano en 1842 y vienen de la iglesia de Sant’Andrea della Valle de Roma. Cada año se les cambian los vestidos, dependiendo de la temática. Las encargadas de hacerlo son las monjas que trabajan en el Taller de Tapices del Vaticano. A la cabeza está la gallega sor Áurea que, con sus casi 90 años, capitanea desde hace 30 a las monjas Misioneras Franciscanas en la decoración de los personajes.
. 4,9 toneladas desde Ucrania
Los dos grandes símbolos de la Navidad, el Nacimiento, la representación más habitual entre la cultura latina, y el árbol de Navidad, un símbolo nórdico, se complementan en la plaza más importante del cristianismo. El árbol viene este año de Ucrania, el año pasado vino de Italia y en 2009, de Bélgica. Tiene una altura de 30,5 metros, pesa 4,9 toneladas y es el regalo que la región de Zakarpatia (Ucrania) ha hecho al Vaticano. Ha recorrido 1.500 kilómetros para llegar a la plaza.
El camionero Antonio Dudi fue el encargado de transportarlo. Asegura que no encontró grandes problemas, sólo un poco de niebla en algunos puntos. Dudi afirma que cuando las autoridades ucranianas se lo entregaron, “todo el pueblo estaba muy orgulloso de que uno de sus árboles decorase el Vaticano”. Llegó a Roma el 30 de noviembre, pero tuvo que esperar hasta el 5 de diciembre para que lo pusieran en pie. Está situado al lado derecho del Belén y decorado en tonos dorados y plateados que recuerdan los colores de la bandera vaticana. Este año la decoración será ecológica, ya que una parte de las luces son de tipo led, respetuosas con el medio ambiente.
Pero el árbol no es un elemento decorativo más. Más allá de las luces y guirnaldas, representa el árbol de la cruz en la que murió Jesús. Se adorna por su nacimiento como signo de esperanza, y por eso Juan Pablo II quiso que estuviera en el Belén más importante del mundo.
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