Cristo Rey del Universo se enamora de la Tierra
JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO
21 de Noviembre 2010
San Lucas 23, 35-43
Estimados Amigos:
Bienvenidos a nuestro encuentro dominical para celebrar juntos el día del Señor. Hoy la Iglesia celebra la fiesta de Jesucristo Rey del Universo, en este último domingo del año litúrgico, y propone para nuestra reflexión y comentario un pasaje del evangelista San Lucas:
“… Este es el rey de los judíos …. Éste no ha faltado a nada. -“Jesús acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”.
¿JESUCRISTO ES REY?, ¿POR QUÉ?
Jesucristo, Rey del Universo, Jesucristo, Rey de los Judíos. Este es un apelativo nada fácil de comprender en su significado más profundo. A un hombre que fue ejecutado entre delincuentes por los judíos, proclamarlo ahora rey, no solo del pueblo judío, sino del universo entero, es algo difícil de asimilar. ¿No es demasiada arrogancia proclamar a Jesucristo rey? ¿No sería mejor, quitarle este título provocativo y presentarlo más bien con una figura más humilde como la del buen pastor ó la del Cristo sufriente?
De hecho, como todos nosotros somos testigos, uno de los problemas más delicados en todas la naciones es, precisamente, quién ocupa el poder político. Los grandes conflictos y guerras que golpean las imágenes de los medios de comunicación en tantas partes del mundo, ¿no son ocasionados, precisamente, por el deseo de tomar el poder por parte de un líder político ó de otro?. El poder político es lo que siempre ha ocasionado los conflictos más grandes en la historia de la humanidad, y la Iglesia, lamentablemente, no ha estado exenta de estas luchas y ambiciones por el poder.
Por eso, ¿qué sentido tiene el proclamar en esta fiesta que aquel que “vino a servir y no a ser servido”, que dijo que “su reino no era de este mundo”, es Rey del universo entero? Esta aparente provocación desaparecerá cuando lleguemos a comprender el justo significado de este título.
2. ¿En qué sentido, pues, Jesucristo es rey? Él es rey en cuanto que es el origen, sentido y fin de todas las cosas. Es rey, en cuanto que es quien sostiene la creación y la lleva a su realización total. Es rey en cuanto que conduce a cada cosa y a cada persona a adquirir su propia identidad.
Jesucristo es, pues, quien va inspirando a cada ser para que se encamine a su realización plena, y que, al mismo tiempo, evite el camino que le conduce a su frustración eterna. Jesucristo ama lo creado y por amor quiere que todo llegue a su culminación feliz en el encuentro definitivo con Dios. Y para que esto sea una realidad, no ha dudado en compartir su vida con nosotros y ha ofrecido hasta la última gota de su sangre por nuestra salvación. Y en este sentido, Jesucristo es nuestro rey y de toda la creación.
Vemos en los evangelios que Jesucristo en ningún momento ha querido tomar el poder político de su pueblo ni de otros pueblos ó naciones. Recordemos sus palabras:
“Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. “Yo no he venido a abolir la ley sino a darle pleno cumplimiento”.
Él enseña, pues, que la administración política debe estar en manos de los hombres y, por tanto, en ningún momento se puede pensar que al proclamar en esta fiesta a Jesucristo Rey del Universo es como una reivindicación para que Él ocupe el poder de los pueblos, aunque muchos sí lo quisieran…
Debemos pues diferenciar la dimensión política y la trascendente de cada hombre y de cada pueblo. Jesucristo es rey de nuestra dimensión trascendente, que tiene, indudablemente, implicancias en nuestra vida cotidiana.
Fue justamente al final de su vida, cuando Jesucristo estaba ya en la cruz, cuando apareció clara esta diferencia. Sobre la cruz que lo colgaron se veía un controvertido letrero: “Jesús Nazareno Rey de los Judíos”. Mientras que el mal ladrón le exigía que tomase medidas como rey terrenal, aquel buen ladrón que crucificaron junto al maestro de Nazaret, comprendiendo a plenitud el sentido profundo de Jesucristo como rey, le respondía:
“este no ha faltado en nada” y dirigiéndose a Jesús le suplicó: “acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”.
Fue pues en este trágico momento del final de la vida del maestro que aquel simple delincuente lo proclamó rey en su dimensión justa y verdadera: la trascendente y eterna de nuestra existencia. Y en este sentido Jesucristo es, pues, rey del Universo, es un rey “sin fronteras”.
Y bien amigos, así terminamos nuestra reflexión dominical. Pero ahora viene el momento más importante: tu encuentro personal con el Señor Jesús. Te invito, pues, a tomar el evangelio en tus manos: San Lucas, Capítulo 23, versículos del 35 al 43, y trata de escuchar lo que el mismo Señor Jesús te quiere comunicar. Te agradezco muy sinceramente el haber estado con nosotros, y nos despedimos hasta el próximo domingo.
http://faculty.shc.edu/jsanmartin/2010/11/19/%c2%bfjesucristo-es-rey-%c2%bfpor-que/#more-906