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lunes, 6 de septiembre de 2010

Solemnidad de San Juan Macias 2009








Procesion con la reliquia del Santo peruano: San Juan Macias Op
Por Luchitolopez...29 agosto 2010

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"El Portero de un convento es el espejo de la comunidad.
Conforme es el portero, son los religiosos que moran en ella"

San Juan Macías

Nos unimos en alegría a la Orden de los Dominicos para recordar a San Juan Macías. Amigo íntimo de San Martín de Porras y coetáneo de Santa Rosa de Lima, fueron los tres santos Dominicos que, en el siglo XVII animaron la vida Cristiana de la ciudad de Lima.


San Juan Macías nació en Ribera del Fresno, (España), el 2 de marzo de 1585. Sus padres murieron, dejando en la orfandad a Juan y a su hermana Inés. Los niños pasaron a la tutela de sus tíos, padrinos de bautismo. Con ellos, como pastor de ovejas, el niño Juan recibiría por su trabajo la comida, ropa y una manta para abrigase.

La Noche Buena de 1605, Juan Macías con veinte años de edad manifestó a sus tíos su decisión de emigrar, para viajar por el mundo en busca de mejores condiciones de vida, y sobre todo, c**plir la voluntad de Dios, según se lo había dado a entender un niño desconocido , que decía llamarse San Juan Evangelista.

En una nave mercante llega a Cartagena, Colombia. De allí Juan Macías retomó el camino a Lima. Le animaba la esperanza gozosa que Dios era quien le guiaba y empujaba a Lima, ciudad que desconocía. En los poblados a donde llegaba trabaja para su sustento y descansa rezando el santo Rosario y comulgando.

Un día del mes de febrero de 1620, llegó a Lima, agotado de cansancio. Con el corazón que le brincaba de alegría, preguntando a la vecindad, se encaminó directamente al convento del Santísimo Rosario de los Dominicos, del cual había tenido referencias en España. Su primer encuentro en Lima, fue con el portero del Convento, fray Martín de Porras, quien lo atendió y se comprometió a buscarle trabajo en una hacienda vecina a la ciudad. De esta manera Martín de Porras y Juan Macías, echaban las bases de una sólida y fraterna amistad. Martín le enfervorizaba, y su dedicación a la causa de los pobres y marginados le entusiasmaba. Empezaba a despertar en su corazón la vocación de servicio al Señor y de entrega al prójimo, desde la vida consagrada.

Cierto día, se manifiesta su conocido protector, San Juan Evangelista, y le confirma en su vocación religiosa. "Tu puesto no es el de pastor, le dijo. Vete al Convento de la Magdalena, de la Orden de Predicadores, y pide el hábito de hermano". Fue designado para atender la portería conventual, labor a la que se dedicó por veintidós años.

Desde este lugar, hizo auténticas maravillas, la misma puerta fue un centro de obras buenas en bien de los demás. En los ratos libres salía para buscar a los pobres, a los abandonados, les daba calor y cariño. Más de 200 personas recibían cada día la comida de este humilde portero. Un don para el convento y para la Orden de los Dominicos en Lima.


San Juan Macías es el prototipo de los devotos del Rosario. Gustaba de rezarlo en forma permanente, implorando la misericordia del Señor por las almas del purgatorio. Por eso la iconografía religiosa lo representa librando a las almas del purgatorio con el rosario, y sus biógrafos acertadamente le han llamado "el ladrón del purgatorio".

La Recoleta de la que San Juan Macías era portero, era precisamente una casa de oración y contemplación, dentro de las normas de la estricta observancia regular. Para él no había horas consagradas a Dios y horas dedicadas al prójimo. Para él, dar de comer al hambriento o devolver la alegría al triste, era hacer oración.

San Juan Macías enferma a los sesenta años de edad. La hora señalada por Dios, había llegado. Muere a las seis y cuarenta y cinco de la tarde, del 16 de Septiembre de 1645. Con su muerte se inició una nueva etapa de veneración de su memoria: Su sepulcro comenzó a ser visitado por mucha gente, y Dios exaltó a su "servidor bueno y honrado", obrando maravillas en favor de los pobres y necesitados. Los restos de San Juan Macías descansan incorruptos en el Convento de Santo Domingo de Lima.

Fue proclamado Beato por el Papa Gregorio XVI, el 22 de Octubre de 1837. El Papa Pablo VI lo proclamó Santo el 28 de Setiembre de 1975.

Hoy pedimos a nuestro Señor que sepamos seguir esa doble ejemplaridad de San Juan Macías aprendiendo a honrar la pobreza: con la búsqueda confiada del pan cotidiano para los pobres, y con la búsqueda constante del Pan de los pobres, Cristo, que a todos conforta y conduce hacia la meta trascendente

Cada 18 de Setiembre en horas de las tarde son trasladados las Santas reliquias de San Juan Macias del Convento de Santo Domingo hacia la Parroquia San Juan Macias en San Luis en ese pequeño recorrido que cambia cada año para abarcar todas las zonas de la parroquia la feligresia lo recibe con cantos oraciones alfombras de flores al paso de las andas, en su honor.

En el mes de Setiembre en San Luis se organiza una serie de Actividades, uno de los eventos mas importantes es el Arroz Milagroso.

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