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martes, 31 de agosto de 2010

30.08 Santa Rosa en Quives


Santa Rosa de Quives



Más de siete mil personas llegaron el último fin de semana al distrito de Santa Rosa de Quives, en la provincia de Canta, para participar en la celebración en honor a la Patrona de las Américas, Santa Rosa de Lima. Sin embargo, este destino también puede ser visitado cualquier fin de semana para descubrir paisajes hermosos, pequeños pueblitos, así como sembríos de coliflor, maíz, manadas de cabras y carneros. Santa Rosa de Quives se encuentra a 63 km de Lima y es el lugar donde la santa limeña vivió su niñez y adolescencia entre 1596 y 1603. Fue desde los 10 y 17 años que vivió en la Iglesia Parroquial, principal centro turístico del lugar, ahí Santa Rosa recibió el sacramento de la confirmación de manos del arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo. El lugar cuenta con un estupendo clima en esta época del año, un calorcito agradable con el que se puede hacer caminatas y conocer los lugares que la santa patrona frecuentaba durante su niñez. Los turistas no pueden resistirse a la tentación de visitar los pueblitos de la zona donde incluso se pueden realizar paseos a caballo.



Celebración
Esta vez las celebraciones empezaron el domingo 29 a las siete de la noche con la tradicional “misa de víspera” que se realizó frente a la ermita donde oraba la santa. Todos, grandes y pequeños, pobladores de la zona, turistas nacionales y extranjeros, formaron un solo puñado para rezar y pedir la bendición de Santa Rosa. Una vez culminado el acto religioso, toda la multitud se reunió en la Plaza de Armas del distrito, donde se realizó la verbena, ocasión perfecta para compartir y saborear los platos típicos del lugar, finalmente el primer día de celebración, se cerró con una espectacular quema de castillos de más de cinco cuerpos. Ayer, que fue el día central, desde muy temprano todos los pobladores participaron de la misa y luego la imagen de Santa Rosa salió en procesión que recorrió todo el distrito de Quives (llamado Quivi desde tiempos preincas). No faltaron las pachamancas, el respetado cuy chactado, trucha frita y la tradicional patasca, que deleitó a todos los visitantes. En Quives también se puede apreciar casonas e iglesias de la época, el pozo de los deseos, que es visitado en su mayoría por los más pequeños, quienes ansiosos de que sus deseos sean cumplidos, acuden y de-positan su carta. Otro atractivo importante es la iglesia parroquial donde se aprecia casi intacta la “piedra de la oración” donde Santa Rosa rezaba por largas horas y se pasaba el día ayudando en honor a los más pobres y enfermos. La Plaza de Armas, el Santuario de Quives y la casona son paradas obligadas para todos los visitantes. Este es un lugar que acoge a todo tipo de turistas ya que cuenta con zonas para acampar, casonas para huéspedes y hasta un hotel para turistas en los que se puede pasar una experiencia inolvidable.




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