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sábado, 6 de febrero de 2010

07 Febrero: Beato Pio Nono

B. PÍO NONO

Hoy 07 de febrero, la iglesia conmemora al BEATO PÍO IX, Juan María Mastai Ferretti -nombre de familia- quien descansara en el Señor en un día como hoy del año 1878 en la Ciudad del Vaticano. Nacido en 1792 en Senigallia, Italia, trabajó desde 1823 a 1825 en la Nunciatura Apostólica de Chile, desarrollando una intensa actividad apostólica y recorriendo muchas ciudades sudamericanas. En 1846 fue elegido Sumo Pontífice. Juan Pablo II en el año 2000, le declaró beato. Su cuerpo incorrupto se venera en la Cripta de la Basílica de San Lorenzo, al Verano, en Roma.

Hoy también la Iglesia conmemora al BEATO ANSELMO POLANCO FONTECHA quien fuera cruelmente martirizado en un día como hoy del año 1939, en tiempos de la guerra civil española, en Pont de Molins, Gerona. Nacido en 1881 en Buenavista de Valdivia, Palencia, España, fue religioso de la orden de San Agustín llegando a ser Obispo de Teruel-Albarracín. Ejerció la docencia en diversas disciplinas en Alemania, Filipinas, China, Perú, Colombia y EEUU, en donde dejó una impronta cristiana. En 1995 Juan Pablo II lo beatificó junto con FELIPE RIPOLL MORATA, sacerdote diocesano, quién lo acompañara en el martirio.

Meditación.-

QUERIDO BEATO PÍO IX, recordar tu vida es recordar al Papa que tuvo que soportar la áspera y pesante cruz de la masonería, que desencadenó una lucha frontal contra el papado y las naciones tradicionalmente católicas. Atentados, revoluciones, desórdenes. Las iglesias saqueadas y sus obras de arte incautadas para pagar a la masonería. En los 124 documentos antimasónicos de tu pontificado, tú denuncias claramente que todos los males que se abaten sobre la iglesia y la sociedad provienen del ateismo y del cientismo del siglo XVII, postulado por la masonería y exaltado por la revolución francesa. Pero, a pesar de esta situación de continua beligerancia, no pierdes el ánimo. Trabajas para compactar a la iglesia en torno a un principio de unidad, das importancia a la espiritualidad popular, a la relación con los santos, especialmente a María, a las procesiones, peregrinaciones y a todas las formas de piedad popular. Proclamas el dogma de la Inmaculada Concepción y el de la infalibilidad papal. Pero aún después de tu muerte la masonería trató de perseguirte intentando arrojar tu cadáver al río Tiber a los gritos de "muerte al Papa, muerte a los curas". A la luz de estos inicuos acontecimientos tu beatificación - una de las más largas y difíciles de la iglesia - hace justicia a una persona que tuvo un gran espesor humano y que fue un gran Papa.



Santoral para todo el Año
P. Javier San Martin S.J...
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