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lunes, 12 de octubre de 2009

Recordando: Habemus papam



16 de octubre de 1978 - fumata blanca
Habemus papam……. Karolus Wojtyla Johaness Paules Secondo…….seguido por un misterioso momento de silencio y estupor en la Plaza San Pedro….Karolus Wojtyla!!!!…..Wojtyla???? alegría y aplausos contenidos…quien será???
Polonia comprendió casi al instante y se unió en caluroso abrazo en las casas, salió a la calle, se congregó en las plazas; su orgullo y su alegría danzaban en el aire alternados entre sonrisas, oraciones y sollozos de nostalgia……Enorme gozo salpicado por perlas de tristeza……Nuestro Carol !!!….…ya no volvería…..explotaban los corazones, se echaban al vuelo las campanas, el aguila blanca polaca recobró su brío, infundiendo nueva fuerza a sus alas, ya nadie la detendría, estaba rehaciendo su nido desde lo mas alto…allí donde jamás se hubiese aventurado. Se sucedían las misas y las oraciones, las iglesias colmadas al majestuoso son de la campana de Segismundo de la catedral de Wawel.Solo la cúpula del partido comunista estaba preocupada, inquieta, malhumorada, un polaco papa? Podría habernos ocurrido algo peor ???
Polonia ya no volvería a ser la misma, con la frente en alto saboreando la buena nueva los polacos sintieron que ya nada ni nadie podría contenerlos ni dañar la fuerza de su espíritu; todo el sabor de la libertad, de la dignidad del hombre, de la búsqueda de la verdad grabados en sus mentes por su querido Lolek, danzaba allí entre la multitud. Estaban dispuestos a seguir sus huellas y continuar construyendo el rico mosaico de la milenaria historia polaca y sus raíces cristianas.Había sucedido aquello que su secretario Stanislaw Dziwisz en cierta forma habia temido : su obispo Karol Joseph Wojtyla había sido elegido sucesor de San Pedro, el papa nro 264. Se había cumplido la “profecía” del gran poeta polaco Juliusz Slowackivendrá un papa eslavo, hermano de los pueblos” Ni bien salido al balcón ya vestido de blanco Juan Pablo II, este nuevo papa de profunda raiz polaca, enamorado de su patria, sintió la imperiosa e intima necesidad de extender de inmediato su mano y tender lazos con su nuevo, extenso, universal pueblo.
Rompiendo el protocolo saludó con un “Sia lodato Gesú Cristo” para continuar comunicándose en su peculiar estilo “non so se posso bene spiegarmi nella vosta….nella nostra lengua italiana. Se mi sbaglio, mi corigerete….” En pocos minutos se había ganado la simpatía de aquellos en la plaza, presentado al resto del mundo y sellado la impronta de su pontificado. La plaza de San Pedro era una fiesta.
Comenzaba otra etapa en la historia y en la vida de la Iglesia Católica, nueva, rica, diferente, singular. TOTUS TUUS!

http://juanpablo2do.blogspot.com/2007/10/16-de-octubre-de-1978-fumata-blanca.html