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martes, 20 de octubre de 2009

Obispo Valenciano en Peru



El obispo valenciano monseñor José Gea, de 80 años, misionero en Perú, confiesa seis horas al día.
Partió hasta allí tras aceptar el Papa su renuncia como obispo de Ferrol al cumplir 75 años

VALENCIA, 19 OCT. (AVAN).- El obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol, el valenciano monseñor José Gea Escolano, de 80 años, ha asegurado en declaraciones a la agencia AVAN, que se siente "feliz" como misionero en Perú, donde una de sus tareas más frecuentes es la de administrar el sacramento de la Penitencia, "entre cinco y seis horas cada domingo, aunque algunas jornadas he estado hasta diez horas".Monseñor Gea acaba de cumplir su cuarto año como misionero en una parroquia de la diócesis peruana de Carabayllo, a donde llegó tras aceptar el Papa entonces su renuncia como titular de la diócesis gallega al haber cumplido la edad de jubilación, después de haber sido su titular durante 18 años.Entre otras experiencias, el prelado ha recordado, la de un hombre que hacía más de treinta años que no se confesaba y, cuando lo hizo ante él, “y le dije que Dios le amaba tal como era, rompió a llorar”. El obispo valenciano ha subrayado la “importancia de este sacramento para los cristianos” y ha precisado que “para mí mismo es de una ayuda enorme ser testigo de los cambios que experimenta la persona cuando se abre al amor y al perdón de Dios”.El prelado, natural de la localidad valenciana de Real de Gandía, ha asegurado que tiene previsto permanecer “hasta que Dios quiera” en el país iberoamericano, donde “hay una gran escasez de sacerdotes”, por lo que “es urgente una mayor presencia de presbíteros y misioneros”.El misionero valenciano ha mostrado, además, su preocupación porque en Perú las familias “en general están muy desestructuradas, con matrimonios que se rompen constantemente y, por tanto, con hijos que crecen sin una presencia estable y continuada de sus padres”.
Por todo ello, el prelado ha animado a que la campaña del Domingo Mundial de la Propagación de la Fe (DOMUND), que se celebró ayer, “pueda servir también para sensibilizar sobre la grave necesidad de sacerdotes en países como Perú”.
En la diócesis de Carabayllo, monseñor Gea colabora en la parroquia de Santa María de la Providencia, dirigida desde hace dieciséis años por dos misioneros valencianos, César Buendía, que fue monaguillo del prelado cuando era párroco de la localidad valenciana de Moncada, y Vicente Folgado, quien colaboró con él en su etapa como titular de la diócesis de Ibiza.
Monseñor Gea, que fue también obispo auxiliar de Valencia de 1971 a 1976, colabora además en la administración del sacramento de la Confirmación, “cuando me lo solicita el obispo de Carabayllo”, monseñor Lino Panizza. Asimismo, imparte cursillos y catequesis a sacerdotes y religiosos.
El prelado ha explicado que, “ tras mi jubilación, pensé que si era sacerdote y obispo era para entregarme por entero a Dios y a los hombres, así que decidí marchar a Perú, donde me siento feliz y enviado por el Señor ”.

(Foto: María Jesús Fernández)