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lunes, 21 de septiembre de 2009

23 Septiembre: San Pio de Pietrelcina

San Padre Pio de Pietrelcina
Un día, un hijo espiritual le preguntó: "¿Padre, como debemos participar en la Santa Misa?'' El Padre Pio le replicó: "Igual que Nuestra Señora, San Juan y las mujeres piadosas lo hicieron en el Calvario, amandolo y compadeciendose de El."
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"Sería más fácil que el mundo sobreviviera sin el sol, que sin la Santa Misa,"

San Padre Pio de Pietrelcina
Anécdota: "Padre, por favor explíquenos la Santa Misa." "¿Hijos míos, - replicó el Padre Pio, como puedo yo explicárselas? La Misa es infinita como Jesús ... pregúntenle a un Angel lo que es la Misa, y El les contestará en verdad: 'yo entiendo lo que es y por qué se ofrece, mas sin embargo, no puedo entender cuánto valor tiene.' Un Angel, mil Angeles, todo el Cielo, saben esto y piensan así."

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Le preguntaron: "¿Padre, por qué llora tanto durante la Misa?" "¿Hija mía, - replicó el Padre Pio, - qué son esas pocas lágrimas comparadas con lo que sucede en el altar? ¡Debería haber torrentes de lágrimas!"

Santo Padre Pio
"¡Padre, cuánto debe usted sufrir parado sobre sus pies sangrantes por las llagas, durante todo el tiempo de la Misa!" El Padre Pio replicó: "Durante la misa, yo no estoy parado, estoy colgando."

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Un día, él celebró la Santa Misa por el padre de uno de sus hermanos Franciscanos. Al final del Santo Sacrificio, el Padre Pio dijo a su hermano: "Esta Mañana, el alma de tu padre ha entrado en el Cielo." El hermano se puso muy feliz al escuchar eso, pero dijo al Padre Pio: "Pero, Padre, mi buen padre falleció hace 32 años." "Hijo mío," - le replicó el Padre Pio, - "delante de Dios, se tiene que pagar por todo." Y es la Santa Misa la que obtiene para nosotros un precio de valor infinito: El Cuerpo y la Sangre de Jesús, el "Cordero Inmaculado" (Apoc. 5:12).



Santo Padre Pio de Pietrelcina
Acostumbraba a repetir con trepidación a sus hermanos: "Dios mira manchones aún en los Angeles. ¡Que tanto no mirará en mí!" Por esta razón, era muy diligente en hacer sus Confesiones Sacramentales.

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"¿No ven a Nuestra Señora siempre al lado del Tabernáculo?" ¿Y cómo no iba Ella a estar ahí,- Ella, quien "estaba junto a la Cruz de Jesús" en el Calvario (Juan 19:25)? ..........(1)


‘Desde el punto de vista médico –precisó el doctor Silvestri en su conferencia–, los estigmas no pueden considerarse como heridas o llagas, pues no tienden a cicatrizar ni siquiera cuando son curadas. No sufren procesos de infección ni de descomposición, no degeneran en necrosis, no emiten mal olor, sangran y permanecen estacionarias e inalteradas durante años, contra toda ley de la naturaleza’.

Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión.El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanaciòn en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu. (2)


Junto al cuerpo incorrupto del Santo Padre Pio hay una placa de mármol que reza:

Sucederá en vosotros el milagro que ha sucedido en el Padre Pío.¡Mirad que fama ha obtenido! ¡Qué clientela mundial a reunido entorno a él! ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Porque era un sabio? ¿Porque tenía medios a su disposición?Porque decía la Misa humildemente, confesaba de la mañana a la noche, y era, difícil de decir, representante, estampado, de los estigmas de Nuestro Señor.Era hombre de oración y de sufrimiento.”SS Paolo VI – Roma, febrero 1971 (2)



Hoy, 23 de septiembre, la iglesia universal celebra a SAN PÍO DE PIETRELCINA, quien muriera santamente en un día como hoy del año 1968 en San Giovanni Rotondo, en Puglia, Italia. Nacido en 1887 en Pietrelcina, provincia de Benevento, Italia, fue sacerdote de la Orden de los frailes menores capuchinos. En el año 2002 el Papa Juan Pablo II, le inscribió en el libro áureo de los Santos.

El Papa Benedicto XVI visitó la tumba de uno de los grandes santos del siglo XX: el Padre Pío, cuyos restos se encuentran en San Giovanni Rotondo, Italia, un permanente destino de peregrinaciones.

Meditación.-
QUERIDO PADRE PÍO: recordar tu vida, es ver al niño que meció su cuna en una familia de campesinos, en la pobreza y la humildad, y luego al fraile capuchino, orden a la que ingresaste a los 16 años. Ordenado sacerdote, tu inestable salud te retuvo por algunos años con tu familia pero, mientras tanto, Dios fue preparándote con regalos y gracias extraordinarias, para la misión que habrías de desarrollar en el convento de San Giovanni Rotondo. Allí, viviste el hermoso y doloroso proceso de tu entrega a la Voluntad de Dios. Tu vida fue marcada por especiales fenómenos místicos, que dejaron señales indelebles en tu cuerpo y en tu alma. Tu santidad y carisma fueron un potente imán para las almas que buscaban a Dios. Millares de personas iban a buscarte a San Giovanni Rotondo para confesarse contigo y participar en tu mística misa. Apóstol del confesionario, atendías a todas horas a los muchos que acudían a ti, teniendo para todos una palabra profunda y de esperanza. De tu corazón sacerdotal salieron numerosos frutos, entre ellos los Grupos de Oración, y la Casa Alivio del Sufrimiento, por tí definida "templo de oración y de ciencia". Pasaste toda tu vida, pero especialmente tus últimos años, rociados de enfermedades físicas y sufrimientos morales.
San Pío de Pietrelcina, siempre te recordaremos como el humilde fraile capuchino, que asombró al mundo con su vida, toda entregada a la escucha de Dios y de los hermanos. (3)

Padre Javier San Martín sj
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